CAFUNÉ (n.) running your fingers through the hair of someone you love
Es sencillo querer a alguien
cuando las paredes de tu habitación se tiñen de soledad
y todo el silencio de la madrugada
se convierte en un ruido interior ensordecedor
que no te deja dormir.
Es fácil echar de menos
cuando parece que todo sale mal
y solo necesitas un abrazo,
un hombro sobre el que apoyarte
cuando las fuerzas flaquean.
Cuando tus ojos llueven tanto
que te estás deshidratando por dentro
y el oleaje de sentimientos es tan intenso
que no sabes si tu alma sobrevivirá
esta vez
al naufragio.
No tiene ninguna dificultad acordarse
de la persona a la que quieres
cuando te gustaría que te acompañase
en los momentos duros de la vida.
Cuando tu pecho es un amasijo de dolor
y sientes un pellizco de miedo en el costado.
Puede que haya gente
que siempre haya amado de ese modo,
buscando personas parche a sus heridas,
almas alcohol para sus cicatrices abiertas,
cuerpos colchón
que amortigüen sus caídas al vacío.
Es posible
que yo también haya amado así
más de una vez.
Pero es que contigo,
amor,
todo es distinto.
Me has enseñado a amarme a mí misma
y, cuando logras eso,
estás preparada para amar al resto del mundo.
Resulta extremadamente fácil
amarte.
La diferencia es que a ti
no te amo solo en los momentos complicados,
no te pienso solamente cuando las cosas
se ponen feas.
De ti me acuerdo
cuando estoy riendo a mandíbula batiente
con mis amigos
y pienso en lo hermoso que sería
que vinieras a compartir la risa conmigo.
Pienso en ti cuando
soy capaz de superarme
y me gustaría que aparecieses
para celebrar el triunfo juntos.
Hoy, me he sentado en la orilla de la playa
y, mirando la puesta del sol,
escuchando las olas del mar romper,
no he podido dejar de pensar
en que este noventa por ciento de felicidad
se convertiría en felicidad plena
si pudiese observar el atardecer
mientras paso los dedos
entre tu cabello.
Miss Poessía