Un amor sólido

Mi primer amor

tenía aluminosis:

no lo construimos bien

desde el principio

y hubo que

echarlo abajo.

 

Mi segundo amor

estaba lleno

de humedades:

un día hacía tanto frío

y olía tanto a moho

que tuve que irme.

 

El amor fue para mí

algo que se derrumba,

que se vuelve

irrespirable.

 

Ahora

el amor es cálido,

entra luz,

tiene vistas al mar.

 

Tengo un amor

sano y sólido

porque,

día a día,

reforzamos los pilares.

Escrito por

Julia. Canarias, 27 febreros. ♥ Graduada en Estudios Francófonos Aplicados. ♥ Máster en Traducción Editorial. Me gusta escribir y traducir, intentar descifrarme a través de las palabras. Escribo para saber lo que siento.

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