Andábamos para encontrarnos

Tiene veintiséis años y dos ojos marrones oscuros casi negros que me han enseñado a perder el miedo a la oscuridad: con él he aprendido que hay oscuridades que brillan más que el sol de verano a mediodía. No le gusta el tequila y, sin embargo, le echa a todo sal y limón. Aborrece los […]

Leer Más