Pasaron por mi vida como estrellas,
fugaces, sin visado de turista
quisieron solo ver mis partes bellas
y tras la foto los perdí de vista.
Vinieron con prisas, haciendo mella,
grises viajeros creyéndose artistas
con visado de turista y sin más huella
que sus frenos en las curvas de mi pista.
Y llegas tú, amor, sin esperarte,
me cambias la vida sin avisar,
me miras como si fuese arte.
Llegaste y bendito nuestro azar:
sin pedir permiso para quedarte
te quedas y creamos un hogar.