Tienes razón: me asusta
que me quieran.
Tal vez lo que me alarme del amor
sea la vulnerabilidad a la que te somete:
amar te vuelve vulnerable
porque, si compartes
lo que hay bajo tu piel,
te arriesgas a que hurguen en ella.
Me da miedo que me quieras
porque ya he visto esta película
y no me gusta cómo acaba.
Amarte sería
mostrarte el mapa de mi herida
señalando en rojo
los paisajes devastados.
La coordenada exacta
donde ocurrió el siniestro.
No temas,
no es nada personal:
si reduzco la velocidad
y bajo las revoluciones
es porque
me maté en la curva
de algunas sonrisas.
Es estúpido,
lo sé,
pero me ocurre.
Me ocurre que temo más
a la intimidad
de nuestros abrazos
que al incendio
de nuestras pieles.
Que me da más vértigo
acariciarte lento
que follarnos rápido.
Que leer tus palabras
me resulta más complicado
que leer tu cuerpo.
Sucede que me regalas libros
cuando yo aún
no he pasado página,
que me envías canciones
cuando solo buscaba silencio.
Sí, me asusta
que me quieras.
Si buscas equilibrio,
no estás en el lugar adecuado.
Si buscas irte a vivir
a un lugar estable,
no busques cobijo
en mi alma tambaleante.
Entras en zona de derrumbe:
que no te sorprenda luego
que alguno de los dos
se venga abajo.
Me encanta.
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¡Muchas gracias, Ana! 💗🤗 Gracias por el comentario y por leerme con tanto cariño, un abrazo y que tengas un feliz fin de jueves.
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😬
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Un placer leerte. Saludos.
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Muy bonito, excelente descripción de un sentimiento frecuente. Saludos!
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¡Muchas gracias! 💗💗 Saludos y feliz viernes.
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Se puede entrar de puntitas a una zona de derrumbe?
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Sí, se puede jaja
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