Debería hacer
un enterramiento simbólico
de nosotros.
De ti
y de la parte mía
que solo asoma
cuando estoy contigo.
Debería aprender
a despedirme,
a dejarte ir.
Echar tierra
sobre la herida abierta
de esta relación,
cavar con mis manos
nuestra tumba
antes de que el dolor
acabe por matarnos.
Sé que debería.
Ya sabes,
hacer todo eso
que los psicólogos
recomiendan.
Quemar nuestras fotos.
Borrarte de los rincones
de mi móvil
y de los recovecos
de mis entrañas.
Acostumbrarme al incendio
de una vida sin
el frío de tus pies
bajo las sábanas.
Tirar a la basura
tu cepillo de dientes,
el bañador que me dejaste
pidiendo que te lo guardara
hasta el próximo verano,
toda esa ropa que huele a ti.
Mirar a las amigas malva
de mis ojos
y decirles que ya no serás tú
quien las haga crecer.
Pedirle al amor que aún siento
que te quiera
más bajito.
Empadronar a mi alegría
en un domicilio distinto
al de las comisuras
de tus labios.
Contarle a mi piel
que vamos a independizarnos
lejos de tu cuerpo
y que, aunque el clima
sea más frío,
sobreviviremos.
Sustituir el insomnio
de los orgasmos
por el del llanto.
Despegar contra
todo el viento que sopla
desde que no compartimos aliento
ni coordenadas.
Debería hacerlo.
Sé que sería lo más racional,
lo más sano.
Pero,
¿cómo obligo a mi cerebro
a empuñar el arma y disparar
cuando es mi corazón
el que se ha puesto a tiro?
¿Cómo se puede enterrar
algo que sigue vivo?
No se puede, Julia. Imposible.
Me encantó el poema. Bello y sentido.
Fuerte abrazo.
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¡Muchas gracias por el comentario! 🖤 Yo también pienso que no se puede… Me encanta que te encante, siempre es un auténtico placer entrar por aquí y encontrar comentarios tuyos. Me animas a seguir. Gracias. Un abrazo fuerte 🤗
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