«The credit belongs to the man who is actually in the arena,
whose face is marred by dust and sweat and blood;
who strives valiantly; who errs,
who comes short again and again,
because there is no effort without error and shortcoming».
– Theodore Roosevelt

 

Ríete de mí si quieres,

si tu risa

hace más soportable

tu llanto.

 

Critícame,

arrójame todos los juicios

y prejuicios que desees;

pues no sabes que en realidad

yo soy solo un espejo

de tu verdadero rostro,

un reflejo de cada una

de tus inseguridades.

 

Puede que a veces

me tambalee,

que me fallen las fuerzas,

pero no dejo de intentarlo

aunque tú me señales

con tu dedo crítico.

 

Antes iba por la vida

de puntillas,

sin dejar que me atravesara.

 

Sin pena ni gloria,

pero el viaje resultaba

demasiado insípido.

 

Por eso ahora

me he tirado a la arena

como en el discurso de Roosevelt,

tengo «el rostro desfigurado

por el polvo, sudor y sangre»,

pero prefiero mi cara sucia

a tu máscara impoluta,

pues «no hay esfuerzo

sin error o fallo».

 

Estás viendo la película

de mi vida

desde la comodidad de tu butaca,

pero nunca te has atrevido

a atravesar la pantalla

y ser actriz.

 

Estás juzgando mi libro

y solamente has visto la portada,

tal vez si un día te atreves a leerlo

puedas llegar a entenderme.

 

Sigue inmóvil

valorando cómo debería

dar mis pasos,

que yo seguiré andando,

tirando millas,

moviendo el culo,

partiéndome los cuernos,

consagrándome

a una causa digna.

 

Sé que me caeré,

que resbalaré,

que el sendero

estará lleno de abismos.

 

Pero la victoria no pertenece

a quien no fracasa,

sino a quien

«en el peor de los casos,

si fracasa, al menos caerá

habiéndose atrevido con fuerza

a intentarlo».

 

Voy a caerme más de cien veces,

pero si algo tengo claro

es que el número de veces

que me levante

y vuelva a la arena

será siempre mayor.

 

Es posible que no lo consiga

o puede que roce el triunfo,

pero sé que mi alma

jamás estará entre esas almas

que no conocen la victoria

ni el fracaso.

 

 

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Julia Viciana