«Resiliencia: capacidad de adaptación de un ser vivo frente a un agente perturbador o un estado o situación adversos»
Dile a la vida que,
si ella es puta,
tú lo eres mucho más.
Diles a tus demonios
que no te asustan sus infiernos
porque tienes tanto fuego por dentro
que ni ellos podrían ya vivir en ti.
Regálales pedazos de nube
a todos aquellos que dijeron
que jamás serías capaz de volar
y explícales a qué sabe el cielo
sin ningún tipo de rencor.
Mira a los ojos al miedo
e invítalo a tomar un café,
ábrele las puertas de tu piel
y luego bébete con él una copa de valentía
hasta que desaparezca.
Y abrázalo, dile «hasta la próxima»,
porque eres consciente de que él siempre
tocará de nuevo a las puertas de tu interior
y eso está bien, porque significa que estás viva,
que lo que haces tiene significado para ti.
Sabes que no podrás evitar que vuelva,
pero has aprendido a convivir con él
y a aprender a que no te controle.
Agarra la piedra número noventa y nueve,
esa que te ha vuelto a hacer caer,
mírala con amor y métela en tu bote de experiencia
sin miedo a esa caída número cien
que te ayudará a seguir creciendo.
Qué bonito es a veces vivir
con las rodillas magulladas
y sacar una enseñanza
cada vez que besas el suelo…
Ámate,
deja de echarte en cara
todas esas cicatrices del pasado
y perdónate de una vez.
Sube corriendo hasta lo más alto
de la montaña
y demuéstrate que no hay cimas
que no puedes alcanzar.
Te dijeron que eres una delicada mariposa,
pero tú eres una salvaje dragona
y nadie podrá doblar tus alas.
Te dijeron que debías temer a la tormenta,
pero tú te acercaste a su oído
y le susurraste que la tormenta eres tú.
Pensaron que podían pisar tus proyectos
y amputar tu alegría,
pero lo que no sabían
es que tú eres como esos lagartos
que regeneran una y otra vez su cola
y siguen viviendo como si nada.
Eres como un reptil:
cada cierto tiempo mudas de piel
porque se te ha llenado tanto
el alma de sueños
que necesitas crecer.
Ahora que surfeas las olas más peligrosas,
¿recuerdas cuando tenías miedo a nadar?
Ahora que te has convertido en maremoto,
¿recuerdas que te contaron que no podías,
que acabarías ahogándote?
Ahora que bailas y no se escuchan cristales,
¿te das cuenta de que ya no estás tan rota?
El mundo te ha dado un puñado de dolor
y tú lo has convertido en un montón de energía.
Grítalo,
desde lo más profundo de tus pulmones:
eres resiliente.
Y siempre lo serás.
Miss Poessía
Esta obra está bajo una Licencia Creative Commons
Preciosoo!! Un gran impulso cargado de fuerza y energía!
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¡Muchísimas gracias por este bonito comentario, Diana! Es todo un placer que estas palabras te hayan dado energía, me alegra saberlo. Te doy la bienvenida a mi humilde morada y espero que te sientas como en casa…
¡Un abrazo fuerte! ❤
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bello
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¡Gracias! ❤
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un placer siempre
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Que importante, mirar al miedo a los ojos, eso, ponerle una imagen, identificarlo y aceptarlo, saber que allí esta pero que no te controla, que son amigos y que esta bien sentirse cerca, pues nos necesitamos para existir…
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Qué bonito tu comentario, Julio. Estoy totalmente de acuerdo contigo: no podemos evitar sentir miedo, pero lo importante es mirarlo a la cara, aceptarlo y aprender a vivir con él. Creo que, el miedo bien usado, puede incluso darnos coraje.
Muchísimas gracias por este bello comentario y por dedicarme unos minutos de tu tiempo.
¡Un abrazo y buen día! ♥ 🌷
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