Mujer de provecho

 

Sé una mujer de provecho.

 

Haz una carrera,

ten un papel que demuestre

que has estudiado.

No pretendas que te contraten

por tu creatividad y tus ideas,

si no tienes un título

qué más da tu historia

y todo lo que puedas aportar.

 

Haz varios másteres,

que hoy en día no vales nada

si solo tienes la carrera.

Déjate un riñón para pagarlo

y gasta un año de tu vida

mientras otros lo obtienen

a golpe de cartera

y luego ocupan puestos

en partidos políticos

ganando más que tú.

 

Sé una mujer de provecho y cásate.

 

Cásate, en serio,

si no, ¿qué dirán?

No pensarás que puedes

vivir felizmente en pareja

sin estar felizmente

casada, ¿no?

 

¿Ya has pensado

cuándo vas a tener hijos?

 

Mira a ver, que no

se te pase el arroz.

Forma una familia.

 

Y ya que tienes hijos,

¿no crees que es el momento

de comprar una casa?

No vayas a vivir como

una cualquiera en un piso,

mejor cómprate un casoplón.

 

No pasa nada si no tienes dinero ahora,

puedes pedir un crédito.

 

Y ya que tienes casa,

mejor deja ese trabajo

en el que no ganas nada

y consigue uno de verdad.

Sí, uno de verdad,

un trabajo fijo con sueldo fijo.

 

¿Qué? ¿Quieres viajar?

Pero, ¿te has vuelto loca?

Mejor ahorra y guarda el dinero

para cuando se casen tus hijos,

o para la hipoteca,

o para comprarte un coche mejor,

que el que tienes da pena.

 

A ver si sientas la cabeza de una vez

y te conviertes en una mujer de provecho…

 

 

Y así vamos poco a poco

perdiendo años y vida

en carreras que no nos gustan

solamente por la presión social.

 

Nos casamos solo

por hacer felices a los demás,

sin pararnos a pensar en cuál sería

nuestro propio cuento ideal

alejado de tanto final feliz y perdiz,

pero que sería la envidia

del propio Walt Disney.

 

Y tenemos hijos por miedo

a que se nos pase la edad,

a arrepentirnos luego.

 

Y cambiamos nuestros sueños

de trabajar en lo que nos apasiona

por ganar un sueldo fijo.

 

Trabajo estable, sueldo estable,

pero cada día nos sentimos

a más años luz de la estabilidad

emocional.

 

Hipotecamos nuestros sueños

y firmamos un contrato con la tristeza

pensando que, pagando a plazos,

algún día llegaremos a comprar

la felicidad.

 

Dejamos de viajar,

de crear arte,

de hacer aquellas cosas

con las que sentimos

que el corazón se nos sale

del pecho, pero que hay más

vida dentro de él que nunca.

 

Y así,

intentando ser eso

que la sociedad llama

alguien de provecho,

estamos cada vez más lejos

de aprovechar la vida.

 

* Queridos poetas: este post quiere transmitir la idea de que debemos crearnos nuestro propio esquema vital, ser feliz a nuestra manera, sin dejarnos llevar por la presión social. No estoy diciendo que no podamos ser felices si nos casamos, o tenemos hijos, o compramos una casa y conseguimos un trabajo estable. Por supuesto que se puede y muchas personas son felices así. Sin embargo, otros no. Y a eso es a lo que me refiero: si ese molde de lo que se supone que debemos hacer no nos satisface, debemos buscar nuestra propia manera de estar a gusto con la vida. ❤


Miss Poessía

Copyrighted.com Registered & Protected  FXXT-KLIQ-2DE3-QZDO

Licencia Creative Commons
Esta obra está bajo una Licencia Creative Commons

Escrito por

Julia. Canarias, 26 febreros. ♥ Graduada en Estudios Francófonos Aplicados. ♥ Máster en Traducción Editorial. Me gusta escribir y traducir, intentar descifrarme a través de las palabras. Escribo para saber lo que siento.

13 comentarios sobre “Mujer de provecho

  1. Exactamente, Dante. Yo lo escribí desde mi perspectiva de mujer, pero creo que esa presión social es aplicable a cualquier persona. Coincido totalmente contigo, sienta muy bien trascender todo eso.

    Mil gracias por este comentario y por leerme siempre. Es un placer tenerte por mi rinconcito.

    Un abrazo ❤

    Me gusta

  2. Vaya, ¡muchísimas gracias por este comentario tan bonito! ❤ De verdad, se agradece mucho que me leas con tanto cariño y que te hayan gustado mis palabras. Un abrazo y que pases una feliz noche.

    Me gusta

  3. Exactamente, parece que no es políticamente correcto decir nada de eso porque no es aquello a lo que la sociedad nos ha acostumbrado. Me alegra mucho que me hayas leído con tanto cariño y que hayas captado el mensaje que quería transmitir. Muchas gracias por tu comentario, de verdad.

    Un abrazo y feliz domingo ❤

    Le gusta a 1 persona

  4. Sí, lo que dices es verdad y además lo dices bonito. No estoy de acuerdo con Dante, que dice que es equiparable a hombre de provecho. Es verdad que lo ‘normal’ es lo que tú escribes para ellos también. Pero las represalias y los prejuicios no son los mismos para un hombre que para una mujer.
    Un saludo! 😉

    Le gusta a 3 personas

  5. En eso estoy de acuerdo contigo, Evargot, es verdad que nosotras cargamos sobre las espaldas muchos prejuicios que los hombres no sufren. Muchas gracias por tu comentario, de corazón. Es un placer que te haya gustado el post.

    Un abrazo y feliz martes. ❤

    Le gusta a 2 personas

Déjame leer tu valiosa opinión