Hace unos meses, navegando por Instagram, descubrí una cuenta de poesía que me impactó. De esas que enamoran a primera vista (o a primera lectura, en este caso). La cuenta a la que me refiero es la de Susana Serrano, cuyo nombre artístico es Súe S. Mile. Me cautivó desde el principio porque se nota que escribe desde el alma hasta el papel, sin ponerse filtros ni máscaras. Y es así, desnuda y sin maquillaje, como mejor se lee la poesía. Como más llega a lo más profundo de las entrañas. En una época en la que estamos bombardeados por filtros y versiones edulcoradas de la realidad, se agradece muchísimo encontrar algo tan auténtico en medio de tanta falsedad.

Desde que la conocí, he estado bicheando sus redes y me encantan. Tanto su blog (www.vivirtenpoesia.com) como su Instagram (@suesmile_) y su canal de YouTube (Súe S. Mile). Y es que cómo recita, joder… De verdad, me caso con su voz jaja. Además ha escrito un libro, Dejo la cicatriz abierta por si quieres doler (2017), que es maravilloso y del que espero hablar más adelante.

Susana nació en Madrid en el año 1992. Pero, en lugar de darles algunos de sus datos bibliográficos, prefiero dejar a continuación sus propias palabras. Al fin y al cabo, ¿quién puede conocerla mejor que ella misma? :

Me llaman Súe. Cuentan que llegué hace 24 octubres con un Pilot negro bajo el brazo y un apetito insaciable de mundo. Dicen que poco después, mi mente empezó a contarme tantas historias que acabé llenando las páginas en blanco de mi memoria. Así, descubrí que escribir era la forma más bonita de doler y desde entonces no he parado de sangrar. Hablan de que elegí las caídas como método de avance y la media vida que me he dejado en el suelo, hoy me completa la sonrisa.

Recuerdo que, cuando aún estaba en Francia terminando mi Erasmus, ella publicó una historia en la que proponía una iniciativa maravillosa: enviarle un correo electrónico recitando uno de sus poemas o textos que más nos gusten y al que ella respondería enviando un texto recitado de nosotros. Me pareció muy bonito el proyecto, pero en ese momento estaba muy ocupada, así que no pude hacerlo. Ahora que por fin saco un rato, he decidido recitar uno de sus textos que más me han gustado:

Hay cosas que nunca te dije por miedo a no saber cómo volvería a ser reconocerte cada vez que mi memoria hablaba de ti, siendo como un aterrizaje forzoso en el pecho, aunque me pasara media vida intentando ponerte en modo avión.

No sé las veces que he huido de mí misma para encontrarte, y así, quizá, encontrarme yo, como el túnel que se acabó enamorando de la luz.

Sigo sintiéndome muchas veces como la llave que tiran al mar sin intentar antes abrir todos los candados, y es por ello que cuando llaman a la puerta siempre pienso que se han equivocado y entonces me quedo sentada, esperando a que alguien quiera tocar de nuevo la espinita que tengo clavada.

A veces creo que deberíamos abrir más el pecho y menos la mente, no entiendo cómo sigue habiendo personas habitando en pasillos.

Sigo sin saber dónde van aquellas personas que perdimos por orgullo, o dónde esperan aquellas a las que pedimos tiempo, o dónde duermen aquellas a las que no dejamos pasar en puro invierno.

Supongo que hay preguntas que nunca tendrán respuesta porque quizá no es la respuesta que esperamos.

Una vez creí que no hay personas mejores ni peores, simplemente creí en ellas, en las personas.

Vosotros qué responderíais a:

– ¿Crees que hay muerte después de la vida?

Yo respondí:

– Creo en ti como forma de vida.

Y no sé si fue la respuesta correcta, pero sé que fue la respuesta que toda persona correcta necesita.

 

Les recomiendo leerla, realmente merece la pena. Espero que les guste tanto su poesía como a mí…

¡Un abrazo rompecostillas, queridos poetas! ♥

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Miss Poessía

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