Te dirán que hay métodos de evitar un aborto sin conocer los motivos que te llevaron a acabar recurriendo a esa opción, como si todas las mujeres no nos preocupáramos por seguir siempre esos métodos anticonceptivos. Nadie aborta como método anticonceptivo, esa es siempre nuestra última opción cuando no tenemos otra.
Te llamarán mala madre, pero si el padre se olvida de serlo, no les importará.
Te arrojarán el peso sobre tu espalda y luego se encogerán de hombros: es tu problema, dirán. No, no es nuestro problema. Es un problema social de salud pública que sigue provocando muertes de mujeres cada año. Y un derecho que, como tal, debería ser legal y gratuito para todas nosotras.
No obstante, ese derecho tan básico te será negado. Y que nieguen el derecho al aborto no significa que las mujeres vayan a dejar de abortar, sino que tendrán que recurrir a prácticas ilegales. Las ricas abortarán en clínicas privadas o en el extranjero sin riesgo para su salud, mientras que las que tengan menos dinero no podrán hacerlo y muchas veces perderán su vida debido a las pésimas condiciones sanitarias a las que se exponen. Eso sí que es una muerte real, no la de un conjunto de células incapaces de sentir ningún estímulo.
Declararán que estás cometiendo un asesinato, que estás matando a un feto. Te mostrarán fotos de fetos de 13 o más semanas para argumentar que ese es el ser vivo que morirá por tu culpa. La realidad, sin embargo, es que la píldora abortiva se toma antes de las 10 semanas de embarazo, cuando lo único que existe es un organismo multicelular que está vivo, pero al que en ningún caso podríamos considerar humano. El embrión empieza a considerarse humano cuando la corteza cerebral y el sistema nervioso se desarrollan, lo cual no ocurre antes de la semana 22ª-24ª del embarazo.
Te obligarán a ser madre, aunque no cuentes con los medios ni las circunstancias necesarias para darle a tu hijo o hija la vida que se merece. ¿En qué momento alguien se cree con el poder de decidir sobre tu cuerpo y proclamar si debes o no ser madre? ¿Por qué una persona que nunca se ha puesto en tus zapatos considera que puede opinar sobre tu camino? La maternidad y la paternidad nunca pueden imponerse, es una decisión libre.

La Iglesia proclamará que el aborto es un delito. En la pirámide de cosas importantes contra las que luchar, lo pondrán en la cúspide. En cambio, la pederastia de los curas o el hecho de que el Papa diga que la homosexualidad se debe curar a través de la psiquiatría no les parece tan grave…
Los que se definen como «pro-vida» no se preocuparán por cuán complicada será esa vida para el que nace, ni por cómo quedará marcada la de la madre si por la presión social decide hacer algo que no desea.
Si abortas, te gritarán que eres una asesina, que estás acabando con una vida.
Si decides tener a tu bebé y darlo en adopción, te dirán que eres inhumana, que es un acto cruel y que ninguna madre debería dar a otras personas el fruto de su vientre.
Si no quieres tener hijos, te mirarán con desprecio por no amoldarte al perímetro de sus mentes cuadriculadas y te dirán que eres una egoísta por querer vivir tu propia vida.
Hagas lo que hagas, siempre habrá gente con la boca muy abierta y la mente muy cerrada que te señalará con el dedo para decirte cómo debes dar cada paso de tu vida, hacia donde tienes que dirigirte y qué es socialmente aceptable o no dentro de lo que haces.
Hagas lo que hagas, siempre habrá alguien que vendrá a recriminarte que podrías haberlo hecho mejor.
Hagas lo que hagas, siempre existirán personas que sin haber estado nunca en tu piel se creerán aptos para juzgarte.
Hagas lo que hagas, siempre hallarás a alguien que no esté de acuerdo. Y, mientras tanto, la hipocresía seguirá matando a mujeres en Argentina y en muchos otros países del mundo.
Es nuestra vida, nuestro cuerpo, nuestra decisión.
Así que, hagas lo que hagas, asegúrate de que sea lo que quieras hacer. Porque tu cuerpo es solo tuyo. Tu cuerpo es hogar, así que no dejes entrar a nadie que quiera convertirlo en un campo de batalla.
Miss Poessía
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Exacto.
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¡Gracias por compartir siempre mis textos, Julieta! ❤ Un placer que te gusten… Te mando un fuerte abrazo y te deseo un feliz domingo.
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Me sentí re identificada con este. Es tal cual. Yo no quiero tener hijos (28 años) y ya me pasó que me dijeran egoísta por eso -.- Y de las muertes x abortos clandestinos ni hablar… Feliz domingo x allá tmb! 🙂
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Totalmente de acuerdo contigo, Julieta. Me parece fatal que en pleno siglo XXI sigamos teniendo esa mentalidad tan antigua que nos exige tener hijos, como si todos tuviéramos que seguir la misma plantilla. Hay mucha gente que lo pasa muy mal con toda esa presión social. Tú pasa de ellos y sé muy feliz, no es egoísta que quieras vivir tu propia vida. Besitos! 😉
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