Podría ahora mismo
empezar a celebrar la primavera
y descubrir cuántos viajes caben
en una habitación de 14 metros cuadrados
en lugar de estar comenzando este poema
a la 1:13 de la madrugada.
Podría buscar en mi inventario de excusas
algún motivo absurdo para llamarte,
en vez de hablar sola con el eco de mi alma
y esta sensación de tener el corazón
en modo avión.
Podrías en este instante
estar llenando de dulzura estas paredes,
pero no estás aquí
y voy a tener que abrir la ventana
para que se escapen todas las dudas
que amenazan con ahogarme
entre estos muros.
Podrías estar regalándole a mi pelo
el tacto de tu caricia
y a mis oídos la música de tu voz
recitando versos de Rupi Kaur
a dúo con esta tormenta nocturna,
pero hoy he preferido quedarme sola
escuchando los gritos de mis demonios.
Podría escribirte en un mensaje
todo lo que no me atrevo a pronunciar
cuando te miro a los ojos
y a mis palabras les entra pánico escénico
ante el telón imponente de tu mirada.
Podría invertir los siguientes veinte minutos
de mi vida en llegar hasta tu puerta
con los dedos rebosantes de impaciencia
y la boca cargada de besos,
pero soy tan miedica que los gasto
en garabatear estas palabras
que no me llevan a ninguna parte.
Podría intentar advertirte
sobre la escala de dolores de mi alma
o sobre los matices de decepción
que han teñido mi interior
durante estos años
para que te hagas una idea de la parte oscura
de esa persona de la que dices que estás enamorado,
pero es inútil: tú solo vez mi luz.
Podría asesinar mi temor y gritarte
a pleno pulmón
que eres la serendipia más bonita
de esta ciudad,
en lugar de matar la poca cordura
que me queda
permaneciendo callada en este silencio
que tiene demasiados decibelios.
Podría ponerme cursi y decirte
que tu valiente manera de amarme
ha venido a pasar a limpio
todos los borrones de mi vida,
que tu risa explotando en tus labios
ha resucitado mis esperanzas
y que el modo que tienes de mirarme,
como si fuera la rosa de tu planeta solitario,
me está haciendo florecer desde las tripas.
Podría,
en vez de reprimir mis ganas de hablarte,
decirte que antes de que terminaras
de cerrar la puerta
ya te echaba de menos.
O, tal vez, lo que podría hacer es aceptar
que el único motivo
por el que te pedí tiempo para pensar
es que me estoy empezando
a enamorar de ti
y eso me acojona.
Sí, me estoy enamorando y me da vértigo
no saber si buscar salidas de emergencia
o pistas de aterrizaje en tus brazos.
Y no sé si necesito tiempo,
distancia o dos gin-tonics.
Pero lo que sí necesitaría
es dejar de escribir
todas estas estupideces
sobre lo que podría hacer.
Sé que, al final,
no voy a hacer nada de eso.
Es más fácil
irme a dormir con el miedo
que atreverme a asumir que tú eres
la única persona
con la que desearía dormir
esta noche.
Pero el miedo,
el puto miedo,
es el que habla por mí.
Por eso,
en vez de decirte todo esto,
te digo que necesitamos darnos
un tiempo.
Miss Poessía
Esta obra está bajo una Licencia Creative Commons
Muy bonita y escucharte mientras lo leo…me ha encantado! 😉 Un abrazo ^^
Me gustaLe gusta a 1 persona
Te agradezco de corazón que te hayas pasado y que me hayas dejado estas bonitas palabras, Rebe. Es todo un placer que te guste… Respecto a lo de la voz, ya he añadido audio a todos los poemas del blog, por si quieres echarle un vistazo a algunos 😉
Mil gracias de nuevo. Un fuerte abrazo y que pases un buen día ❤😍
Me gustaLe gusta a 1 persona
Gracias a ti por compartir cosas tan bonitas.
Echaré un ojito al resto de poemas con voz 😉
Un abrazo grande y feliz día para ti también. 🌌🌼🌈
Me gustaLe gusta a 1 persona
¡Precioso Julia!
Me gustaMe gusta
¡Muchísimas gracias! De verdad, me alegro de que te haya gustado ❤
Me gustaMe gusta