Foto de la entrada: Joshua Rawson-Harris (Unsplash)
Sí. Claro que te echo de menos.
Echo de menos lo intensa que es la vida a tu lado, la manera que tienes de teñirlo todo de pasión y de convertir cualquier momento cotidiano en una escena de acción.
Echo de menos que cada vez que me quedo dormida en una película me despiertes con un beso, que el comienzo de los créditos del final siempre sean el pistoletazo de salida para nuestra propia película solo para adultos.
Echo de menos despertar y sentirte abrazado a mí, darme la vuelta y saber que el mejor sueño comienza cuando abro los ojos.
Echo de menos mirarte cuando no te das cuenta y seguir preguntándome cada día de mi existencia por qué aún no te han añadido a las siete maravillas del mundo.
Echo de menos ese modo en el que me pides que te recite algo por la noche. Y es que no sé cómo explicarte, amor, que, aunque te dedique 19 días y 500 noches como Sabina, nunca serán suficientes. Qué corta se queda la poesía cuando se trata de ti, cuánto cuesta encontrar versos que hagan justicia a tus besos.
Echo de menos no poder dormir cuando me pierdo en el café de tu mirada, quedarnos mirándonos hasta que nos encuentre la madrugada y que en lugar de contar ovejas juguemos a contar besos hasta perder la cuenta.
Echo de menos la forma tan dulce que tienes de besarme en la frente, de apartarme un mechón de pelo de la cara, de reírte en mi oído.
Echo de menos que en mitad de la noche me preguntes qué es para mí la vida, por qué algunos de mis versos están manchados de dolor con tinta permanente o quién me hizo daño.
Echo de menos ese modo irresistible en el que se escapa tu risa a través del sexy hueco de tus paletas.
Echo de menos estar con tu familia y cómo eres cuando estás con ella.
Echo de menos abrazarte y que tus brazos sean la prueba empírica de que el paraíso existe y está en la Tierra. Para qué necesito dioses, si te tengo a ti a mi lado con ganas de cometer los siete pecados capitales.
Echo de menos hablar contigo cuando quiera, sin tener que ser esclavos de la conexión.
Echo de menos arder en mitad de la noche más fría de enero y descubrir que, debajo de mi corteza, había una piel hermosa que solo nace cuando eres tú quien la roza.
Echo de menos ducharnos juntos y que el agua no consiga apagar las llamas.
Echo de menos darte los buenos días y que no tenga que ser a través de un frío mensaje.
Echo de menos que pongas música africana a todo volumen y me obligues a levantarme cuando no encuentro fuerzas para afrontar el día.
Echo de menos tu calor. Tu risa. Tus prisas. Tu sonrisa. Quitarte la camisa. Sentirme como un ave saltando de cada cornisa y que en todos mis vuelos tú seas mi brisa.
Echo de menos la sensación de volar. Dejar de pisar el suelo.
Y es que no te haces una idea de lo lejos que está el cielo desde que no lo miramos juntos…
Pero, ¿sabes qué?
Me echo más de menos a mí.
Mi felicidad, mis ganas, cómo era la vida antes de toda esta distancia. Levantarme con las energías por las nubes.
Por eso, voy a dejar de añorarte y voy a empezar a buscarme. Incansable. Como si nunca me hubiera perdido. Como si la vida jamás hubiese dolido.
Miss Poessía
Esta obra está bajo una Licencia Creative Commons Atribución-NoComercial-SinDerivar 4.0 Internacional.
Que lindo tu vuelo, cielo…me dejó acelerado atrapado, soñando con el vuelo de esa cornisa
Otra sonrisa 🚀
Me gustaMe gusta
Hermoso ..para soñar..Me gustó.
Me gustaMe gusta
bonito
el remate final me encanta!!!
besos miss p
Me gustaMe gusta
Otra maravilla….pero sí, búscate, siempre, como si la vida nunca hubiese dolido, tú eres lo mejor de ti. Un beso
Me gustaMe gusta
¡Muchísimas gracias! De verdad que te agradezco que hayas dedicado tu tiempo en leerme y en dejarme estas palabras. Gracias también por la canción, me gusta mucho y le veo mucha relación con lo que he escrito.
¡Un abrazo! 🙂 🚀
Me gustaLe gusta a 1 persona
Me alegro mucho de que te haya gustado, Jose. Gracias por estas hermosas palabras y por el apoyo que siempre me das.
¡Un abrazo y feliz domingo! 🙂
Me gustaLe gusta a 1 persona
Todo un placer que te haya gustado el remate final, precisamente eso es lo que le da sentido al post. Gracias, de verdad, muchísimas gracias por pasarte por aquí siempre. Eres ya una habitante imprescindible de esta humilde morada…
¡Un abrazo! ♥
Me gustaLe gusta a 1 persona
Muchas gracias por el comentario. Como siempre, logras emocionarme con palabras así. Tienes toda la razón, cada uno es lo mejor de sí mismo y a veces buscamos la felicidad en otro lugar cuando la única persona de la que depende la tenemos en el espejo. Gracias por todo, de verdad.
¡Un besote! ❤
Me gustaMe gusta
humilde somos tod@s… o l@s inteligentes
se aprende acada día algo nuevo
encantado de pasarme por tu morada!!
besos
Me gustaLe gusta a 1 persona
Impresionante texto Miss, puedo percibir con cuánta pasión escribes cada letra, cada verso. Y yo…siempre me pierdo entre cada uno de ellos…El final ha sido un <> a mi corazón! En cuanto a mí, puedo decir que justamente me hacía falta este último párrafo con el que concluyes : » Por eso, voy a dejar de añorarte y voy a empezar a buscarme. Incansable. Como si nunca me hubiera perdido. Como si la vida jamás hubiese dolido»
Muchas Gracias, joo😭💙
Me gustaMe gusta
*Un a mi corazón (no sé porque WordPress me lo ha censurado jaja)
Me gustaMe gusta
Igual para ti. : )
Me gustaMe gusta
Vaya pedazo de comentario, Glykós, has conseguido emocionarme con estas palabras. Me encanta saber que esa pasión que le pongo a lo que escribo llegue a los demás. Un placer que te haya gustado el párrafo final, creo que con eso es con lo que hay que quedarse. No sabes cuánto te agradezco que estés aquí desde hace tanto tiempo y que sigas regalándome tu presencia y tus bonitas palabras, de verdad. Eres un amor… Así que gracias a ti, por todo.
¡Un fuerte abrazo! 💙
Me gustaMe gusta
Precioso. Grandes sentimientos, escritos con pasión.
Me gustaLe gusta a 1 persona
Muchísimas gracias, de verdad. Me alegro de que te guste 🙂
Me gustaMe gusta
Es que por nada del mundo se vale sacrificar la felicidad… hermosos versos! un abrazo!
Me gustaLe gusta a 1 persona