Ahora ando, igual que Marwan, pensando en ti
mientras miro algún mensaje
y trato de elegir una razón que encaje.
El caso es que hace demasiado tiempo ya
que las razones dejaron de encajar
en el hueco cada vez más diminuto que has dejado
para mí,
entre tu cobardía y tu indiferencia.
Hace demasiado tiempo que he empezado a preguntarme
por qué carajo decidí intentar acompasar mis pasos
con el latido de tu corazón.
Por qué, si desde que nos conocimos
siempre rugió a nuestras espaldas el eco
de la despedida.
Cómo íbamos a hallar el compás,
si jamás fuimos círculos,
sino almas poliédricas que cada día
lucían un lado diferente.
Dime qué guía tus latidos,
si siempre fuiste un corazón arrítmico.
Necesito que me ayudes a recordar qué vi en ti,
que me demuestres que no eres un simple espejismo
en el desierto de mi vida
como causa de tantos meses de sed.
Necesito que me digas en qué punto
el fuego que sentíamos
se convirtió en cenizas inservibles,
incapaces de ser de nuevo hoguera
porque están demasiado consumidas.
Necesito saber cuándo empezó esta habitación
a estar bajo cero,
cómo has acabado congelándote
cuando me habías acostumbrado al deshielo.
Necesito entender el motivo de tu continua puesta en escena,
de tu actuación forzada
que ya dejó de ser verosímil para mí.
Es curioso.
Decías que querías verme sin maquillaje
y, en realidad,
siempre fuiste tú el que se escondía
tras las máscaras,
incapaz de decir las verdades a cara lavada.
Así que, realmente,
lo único que necesito
es que te vayas.
No te deseo el mal,
sino el mar.
Necesitas hundirte para acabar reuniéndote
con todas tus mentiras que tocaron fondo.
Y si ese mar es tan profundo como tu falsedad,
vete preparando
unas cuantas bombonas de oxígeno.
Que te jodan bien jodido.
Ese es, a decir verdad,
tu único merecido.
Miss Poessía
Esta obra está bajo una Licencia Creative Commons Atribución-NoComercial-SinDerivar 4.0 Internacional.
Las incompatibilidades se ven desde el comienzo, pero hacemos la vista gorda; ¡todos sin excepción! Es más bonito imaginar al otro de otra manera, del modo en el que nos gustaría que fuera.
Me gustaLe gusta a 1 persona
Exactamente, Nuria, idealizamos a esa persona atribuyéndole características que nos gustaría que tuviera, pero que solamente son una ilusión. Muchas gracias por tus palabras! ♡
Me gustaMe gusta