Hui de mi ayer
como huiría una fugitiva
en una persecución
a 180 kilómetros por hora,
sin mirar atrás,
pero sabiendo que
tarde o temprano
me acabarían atrapando.
Sí, me atraparon,
los recuerdos
siempre son más rápidos
que la capacidad
de cicatrización.
Hui de mi ahora
como un ave que emigra,
sabiendo que
aunque encuentre climas mejores
siempre echará de menos
el lugar del que partió.
Sí, lo eché de menos,
todo el tiempo perdido
por tener miedo a ser feliz.
Y ahora que se acerca el mañana
espero no seguir huyendo.
Porque he aprendido
que se puede huir de todo
menos de lo que te consume
las entrañas.
Que de nada sirve huir
a otros lugares
sin hacer antes
mudanza emocional.
Miss Poessía
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caladahastalosversos.com 
Precioso. La verdad es que se puede correr, pero nuestro mundo viaja con nosotros. Sigo leyéndote, desde el email, a veces no ingreso por pereza o porque estoy con el móvil de un lado a otro, pero quería que supieras que acá está una de tus lectoras 😀
Un abrazo.
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Muchísimas gracias, Cyn ♡ Aprecio de verdad tus palabras y, por supuesto, sé que eres una de las lectoras más valiosas de esta humilde morada. Así que no te preocupes, ven cuando quieras y puedas, aquí siempre serás recibida con los brazos abiertos.
Un abrazo enorme
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Me estoy sintiendo así ahora mismo, la verdad el poema me viene ideal para este momento. Gracias
Me quedo aquí 🙂
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¡Hola, Tana!
Te agradezco de corazón tus palabras, es muy bonito poder hacer que alguien se sienta identificado con mis letras. Te doy la bienvenida y un abrazo rompecostillas, rebusca por donde quieras porque estás en tu casa 😉
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