Guardaba en su cabeza tantas decepciones que había perdido la cuenta, tantas que no podía coleccionar buenos momentos porque el espacio resultaba insuficiente. Por eso tenía que romper las paredes de su mente y dejar ir esos fracasos.
El problema era que no podía asumir el riesgo de romper las paredes, porque se había roto y masacrado las entrañas tantas veces, y de tantas maneras distintas, que tal vez otra fractura podía ser la última que su débil cuerpo soportase.
Se miró, una tarde, al espejo. Y no se pudo reconocer, era incapaz de verse identificada con esa figura que le devolvía el cristal. El tono ennegrecido bajo sus ojos revelaba el número de noches que tardó en olvidarle, el tono cada vez más apagado de su piel confesaba que poco a poco sus sombras iban ganando el pulso a la luz que solía iluminar sus sonrisas. ¿Dónde había quedado aquella chica que tenía promesas encendidas en la mirada, que rebosaba alegría desde los ojos hasta el alma, haciendo brillar toda la ciudad?
Se perdió tantas veces que apenas sabía a dónde pertenecía, y por mucho que intentara buscar el norte, sus brújulas se habían marchado en busca de aquellos paraísos que el prometió brindarle cada vez que se sumergía entre sus piernas.
El caso es que, cuando las pupilas perdidas de él miraban de golpe y de frente a la tristeza kilométrica de ella, formaban el poema más mágico de toda la historia. Pero eso nunca fue suficiente, porque los paraísos jamás aparecieron. Lo que ella ignoraba era que no se puede ir en busca de algo que jamás ha existido.
Miss Poessía
Esta obra está bajo una Licencia Creative Commons Atribución-NoComercial-SinDerivar 4.0 Internacional.
caladahastalosversos.com 
Mi «valiosa» opinión dice lo siguiente, querida: las decepciones siempre nos acompañarán. Para que no hagan mella, es primordial tener una fantástica relación con uno mismo y no esperar nada de nadie. Todos, sin querer, nos forjamos expectativas que raras veces se cumplen. Disfrutar del día a día sin mayores pretensiones y dejar que la vida, cuando nos pille desprevenido, nos cubra de regalos y bendiciones inesperados.
Me gustaMe gusta
Es lo más triste que he leído en tu blog. No dejes que la sombra gane a la luz, por muy rota que estés. Como ya dije antes, el tiempo todo lo cura. Precioso texto. Un beso, amiga.
Me gustaMe gusta
«sus brújulas se habían marchado en busca de aquellos paraísos que el prometió brindarle cada vez que se sumergía entre sus piernas.» Esa frase me ha resultado dolorosa, promesas hechas sólo para lograr algo sin dar nada a cambio en realidad. Eso duele.
Esta entrada es realmente triste, espero que esa chica vea el brillo que tiene y sepa apreciarlo de nuevo, quiza a veces se vuelva más tenue y otras brille más, pero no debe perder el brillo, ni la sonrisa 😛
Un abrazo!
Me gustaMe gusta
Reblogueó esto en solo reblogueoy comentado:
🙂
Me gustaLe gusta a 1 persona
Ha sido como ver una parte de mi alma escrita por manos ajenas. Perdona por haber estado desaparecido por aquí, ahora me pondré al día, y gracias por tus comentarios, me gusta eso de que me estés encontrando entre mis líneas 😉
Me gustaMe gusta
¡Muchísimas gracias, Nuria! En eso te doy la razón, el amor hacia una misma es fundamental para aprender a recuperarse de los malos momentos. En cuanto a lo de no esperar nada de nadie, creo que esa lección ya está aprendida, aunque aún cometo el error a veces de tener muchas expectativas en alguien y el tortazo no tarda en llegar. Pero bueno, de los errores se aprende, dicen.
Te agradezco muchísimo estas palabras tan bonitas que siempre me dejas y que tanto me enseñan, te lo digo de corazón. Me das muchos ánimos, es un placer tener una lectora como tú.
¡Un abrazo! 🙂
Me gustaMe gusta
¡Muchas gracias, en serio! ¿Qué haría yo sin tus maravillosos comentarios? Ya me tienes acostumbrada a estas gratificantes palabras y por eso, cada vez que veo que me has escrito, se me dibuja una sonrisa en la cara.
Creo que, poco a poco, voy consiguiendo sacar la luz y mis demonios van ardiendo lentamente. Te agradezco muchísimo TODO, de corazón, eres ese empujón que siempre me hace falta y eso me ayuda enormemente.
¡Un besote, amiga! ♥
Me gustaLe gusta a 1 persona
¡Muchas gracias por adentrarte de nuevo en mi humilde morada, Cristian! Sí, tienes razón, es doloroso recibir promesas que se esfuman con el amanecer, pero creo que lo voy superando jeje. Tus comentarios me llenan de fuerzas y alegría y el bache se hace más llevadero…
Claro que no, mi brillo no desaparecerá tan fácilmente, te lo aseguro. Gracias, de verdad, sin ti este blog no es lo mismo.
¡Un abrazo!
Me gustaMe gusta
¡Muchísimas gracias a ti, Jesús! No sabes la alegría que me ha dado verte por aquí, es un placer, en serio. Te agradezco estas palabras tan hermosas y tus textos más hermosos aún que siempre hacen que me recorra un huracán de emociones por dentro.
¡Un abrazo!
Me gustaMe gusta
El placer es mío.
Me gustaMe gusta
Hola Miss Poessia, muy buenas noches,
ufff lo que hace el amor … al menos en una de las dos partes,
y uno que cree que la magia existe sin saber o creyendo que nuestra otra «supuesta» mitad está inmersa en esa misma magia.
mmmm despues de leerte me voy a alejar del alcohol para no cometer una locura… (mañana cuando se me pase «la lectura» volveré a la bebida) =)
me encanta como escribes, por si no te lo digo a menudo.
Ah, y si un día te llamo de una manera y al siguiente de otra, no te creas que estoy medio perdido eh je je je
sigo siendo yo y sé donde vengo a leer y a quien =)
Te deseo un lindo resto de semana
un beso grande
Me gustaMe gusta
¡Hola, Ariel!
Estoy totalmente de acuerdo contigo, a veces uno lo da todo y el otro no da ni la mitad de la mitad. A veces uno ve magia donde el otro no ve nada.
Sé que últimamente estoy un poco cortavenas con mis post jeje, pero espero ir dándole más alegría a mis textos. Y a mí me encanta que te encante, eres un sol de verano 😉 Muchas gracias por todo.
Otro besazo para ti, se muy feliz.
Me gustaLe gusta a 1 persona